Si bien sabemos que los políticos son los representantes del pueblo, porque así lo demanda la mayoría, también conocemos muchos que solo son improvisados y que lamentablemente nadie los eligió. Y que inconscientes aquellos que por medio de caprichos o dedazos fueron premiados cuando nuestro país demanda rostros nuevos, jóvenes líderes que no sean títeres de quienes tienen deteriorado nuestro México.
Ser joven demanda autonomía, libertad, y respeto cuando esto se junta con experiencia y trabajo. Nace un político joven un buen político, quien se conoce a si mismo reconoce el piso donde camina, por eso cada político joven que se forma en estos tiempos debe ser inquebrantable, sin ambición de poder, que sea un digno representante sin tener que votar a favor de algo que va contra nuestros sectores más vulnerables y sobre todo contra nuestros principios.
Ante las necesidades que diariamente vivimos y a la falta de atención de nuestros gobiernos, los jóvenes emprendemos el vuelo solos y muy claro ha sido en la política ser político joven implica antes que todo sensibilidad y respeto a todos nuestros sectores. Esa energía que caracteriza a los jóvenes por querer cambiar al mundo debe ser plasmada en la política social, debemos incluirnos emprender camino con cada uno de nuestros ciudadanos que si bien sabemos “El trabajo todo lo vence” los políticos jóvenes deben perder el miedo y correr el riesgo y atreverse a proponer y hacer políticas públicas que ayuden a nuestro estado a nuestra gente.
Cuando el político joven pide ser escuchado ante los más alto de las tribunas debe mostrar carácter, confianza, y ser tolerante. Debe tener la capacidad de recibir y atender cada necesidad que el pueblo exige, esa gran inquietud del joven político por ayudar a cada uno que se le acerca lo puede dejar en la lona porque no a todos se les da el gusto, pero si el apoyo y puede ser representativo o moral.
Los ciudadanos estamos tan artos de escuchar un político tradicional que tenemos miedo que el político joven tenga las malas mañanas y malas intenciones que los viejos políticos, en pocas palabras su misma escuela. Borremos del mapa aquellos políticos que solo figuran por bonitos por ser políticos de closet que vienen a cumplir berrinches.
El objetivo de un político joven es muy claro y su lema y su ideología por siempre deben ser. “Servir al pueblo, sin recibir remuneraciones” trabajemos juntos con una mentalidad y preparación fresca y dinámica que permita ser de nosotros un político joven un buen político.
L.N. LUIS EDUARDO MONREAL MORENO
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