sábado, 5 de septiembre de 2015

POR FORTUNA, “SOMOS UN PAÍS DE JÓVENES”

Hoy nuestro México se encuentra en una encrucijada dentro todos los ámbitos económico, político y social    debemos estar preocupados por lograr una transformación profunda, NO podemos seguir degradando nuestro planeta, no podemos permitir  las desigualdades,  nuestra ambición debe ser lograr un desarrollo sustentable para   generaciones presentes y futuras de manera integral,  los jóvenes deben ser portavoz y principales actores, nos debemos asegurar de tener la responsabilidad común de emprender la brecha hacia un camino de inclusión en un mundo pacífico y resiliente en el que predomine el respeto a los derechos humanos y el estado de derecho.


Tal transformación debe ser nuestra consigna, asumir el liderazgo, actuar con valor y responsabilidad, apostar una lucha por el cambio de nuestra sociedad, seamos capaces de respetar a las generaciones venideras pues también tendrán que velar por sus propias necesidades. 

Reafirmar la fe en los derechos fundamentales, valores y principios de hombres y mujeres,  trabajemos hombro con hombro para generar condiciones con las que podamos mantener la justicia y el respeto, así conseguir poco a poco  mejorar dentro de nuestro entorno social, reestructurando lo que con el tiempo se ha hecho más frágil. 

 Vemos arquetipos de grandes personalidades en abundancia, despilfarros con lujos obsesivos que desempeñan algún cargo político, olvidando a millones de personas que viven en pobreza, desigualdad, desempleo, enfermedad, situaciones insostenibles de miseria,  discriminación, explotación e injusticia que deben ser prioridades atendidas y respetadas.  

Las consecuencias del cambio climático se hacen presentes y la enorme indiferencia de las grandes potencias se da como si existiera un planeta extra, debemos tener claro que estos problemas no son solo accidentes de la naturaleza ni son productos de fenómenos ajenos a nuestro control, son también consecuencia de acciones y omisiones de las personas deshonestas, mal encausadas, sin valores y sin escrúpulos. Por esto los jóvenes debemos luchar y defender nuestra existencia, en armonía con nuestro entorno. 

 Es necesario con urgencia un liderazgo firme, una acción pactada en desafíos y acciones que sean innovadoras, que exija otro nivel de acción con responsabilidad y principios, que se base en hechos y tenga en cuenta prioridades compartidas para un bien común.







Lic. Lorena Hernández Barragán.
TODOS LOS DERECHOS RESREVADOS © 

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