- No comprar agua embotellada. Cargar con una no desechable, lo cual también es un ejemplo para los niños.
- Separar la basura. Lo orgánico de lo inorgánico, papel, vidrio y aluminio. Así heredamos a nuestros hijos un hábito que puede hacer la gran diferencia en las futuras generaciones.
- Secar la ropa al sol, no usar secadora.
- Reúsa el agua de tu casa. Recoléctala después de usarla en la lavadora, es una buena idea para ahorrar este recurso.
- Intenta germinar tus propias semillas es una manera para entrar al mundo de los huertos domésticos; es mucho más económico y saludable.
- Hacer aseo con productos verdes o caseros.
- Desconectar electrodomésticos, computadoras y apagar luces cuando no la uses.
- No precalientes el horno.
- Recicla el aluminio y el vidrio.
- Lava con agua fría.
- Recicla periódicos y demás papel posible.
- Plantar árboles.
- Compra comida local (productos de tu entidad, evita la contaminación generada por el traslado).
- No uses utensilios desechables.
- Cuida los espacios públicos.
- Asegúrate de tener bien cerradas las llaves del agua y mantén tuberías en buen estado.
Estas sencillas recomendaciones son útiles para contribuir y poner nuestro granito de arena en el cuidado de nuestro entorno.
Lic. Lorena Hernández Barragán
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